martes, 10 de abril de 2007

María del Carmen Montero Elías / Fco. Serafín Maza Solano. Pareja 345.

En cuanto a las alteraciones oclusales asociadas a las fracturas del maxilar superior hemos encontrado lo siguiente:
Fracturas Le Fort I: Movilidad de toda la porción dento-alveolar del maxilar.
Normalmente el paciente tiene la boca abierta para que los dientes no le choquen con los antagonistas y le produzcan dolor.
Suele haber desviación de la línea media del maxilar y las piezas de un lado están más bajas que las del otro.
No tienen ni equímosis ni edemas periorbitarios, pero suelen tener gran edema en el labio superior, ya que este suele estar lesionado.

Fracturas Le Fort II: Edema de los tejidos blandos del tercio medio.
Equímosis bilateral periorbitaria y subconjuntival.
Deformación notoria de la nariz.
Aplastamiento y alargamiento de la cara.
Dificultad al abrir y cerrar la boca.
Mordida abierta.
No hay movilidad de malares ni arcos zigomáticos

Fracturas Le Fort III: En líneas generales son los mismos puntos enumerados en las fracturas Le Fort II a los que se le añaden lo siguiente:
Gran edema de la cara, que impide separar los párpados para explorar el globo ocular.
Anestesia de las mejillas, con más frecuencia que en la Le Fort II, por afectación del nervio infraorbitario.
Desplazamiento y movilidad de malares y arcos zigomáticos.
Rinorrea.
Movilidad de toda la cara.
Obstrucción de vías respiratorias, por descenso del maxilar y, por lo tanto, del paladar blando.



Las complicaciones de las fracturas del maxilar superior son frecuentes, y encontramos: cicatrices antiestéticas y pigmentación cutánea, ensilladura nasal, alteraciones de la oclusión, laterodesviación mandibular o deformación del macizo facial, limitación de la aberturas bucal, alteraciones oculares y palpebrales como el ojo redondo, dolores secundarios periarticulares o del trigémino.


En 1901, Rene Lefort publicó los resultados de sus estudios en relación a las fracturas mediofaciales, donde enfatizó que el trauma severo de los tejidos blandos no era indicativo de fractura facial; más aún, podían existir fracturas faciales severas con trauma de tejidos blandos menor. Por frecuencia, los huesos nasales son los más comunes en las fracturas faciales, después se encuentra la mandíbula, en ésta, la mayoría de las fracturas se presentan en las ramas, donde la corteza es más delgada, el segundo lugar más común es el primero y segundo molares.

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